lunes, enero 29, 2007

Dice Silvia que ella, normalmente, le compra música pirateada a Camilo. Dice que es un hombre mayor, de Guinea Ecuatorial, que va cargado con su mochila, cabizbajo, con el paso lento . Dice que ella no comprende porqué se acerca hasta la playa días como estos, donde solo los locos y las poetas caminan por la orilla. Dice que regresan juntos hasta el primer bar donde toman un café y se calientan poco a poco. Dice que cuando Camilo le habla, le duelen sus palabras, su distancia... dice que hoy le contó que no había vendido un solo disco.
Albert Camus escribió : “Me rebelo, luego existimos”, dice Silvia que algún día le dirá esto a Camilo y hará, seguro, como si no se lo hubiese dicho, como si él no hubiera leído ese libro.
Tanta palabra barata,
tanto ruido,
tan poco trigo repartido.

2 comentarios:

CEL dijo...

Silvia tus palabras me dejan pensativa el alma.

Un beso

Alma dijo...

Esas pisadas sobre la arena y las olas chocando con los pies descalzos la conozco bien.

DTB

PD: Será que son muchos los que no saben repartir.