jueves, diciembre 25, 2008

Dice Silvia que lo realmente jodido de la vida es rendirse. Dice que arrodillarse ante la evidencia de que algo por lo que se ha peleado con todos lo ovarios no va a conseguirse es la peor de las patadas, la peor de las puñaladas, el tiro de gracia màs certero.
Dice Silvia que ella no tiene el corazón preparado para esto. El suyo ha sido siempre un corazón combatiente, con el puño en alto, acostumbrado al fuego y a la metralla, al exilio y a las trincheras pero ahora es un corazón rendido, con los brazos caìdos, batido en retirada.
Dice Silvia que hoy sus sueños estàn turbios y ya no tiene patria.
Y ya no tiene nada, apenas un camino que desandar, apenas una lucha que olvidar.

Esto es lo que tengo:
Unas manos vacìas,
una inhóspita geografía.


viernes, diciembre 19, 2008

Dice Silvia que hace un tiempo llegó a sus manos un pájaro herido por las balas, tenía los ojos de tiza y las alas deformadas.
Dice Silvia que lo acompañò mientras se curaba del invierno. Dice que ya està casi sanado y ahora se golpea aterrado contra los cristales,
Dice Silvia que es tiempo ya de abrir las ventanas, dice que le duele imaginar su regreso al cielo de los pàjaros, le duele saber que no tendrá màs su pecho suave.
Le duele sì, pero es tiempo de dejarle ir, ya ha aprendido a esquivar disparos y pedradas.

Vete,
no te detengas.
Los hombres acechan.

jueves, diciembre 18, 2008

Dice Silvia que ella tiene una enorme dificultad para comunicarse. Dice que no le alcanzan las palabras, ni tiene el oído atento.
Dice que encuentra que su voz o las voces que la escuchan hablan en idiomas diferentes, utilizando símbolos que no coinciden o gestos sin armonía o simplemente son voces que hablan al mismo tiempo sin permitirse un instante de reflexión o de silencio.
Dice que este es su mayor reto, alcanzar a describir, alcanzar a imaginar, el estado ruinoso en el que se encuentran los corazones, el suyo, el nuestro, el de aquellos.
Pero tambièn dice que su retahíla de palabras va tomando consciencia de su inútil eficacia y poco a poco se destierran.

¿Què voy a hacer cuando mi palabra
quede flotando como aire
como polvo, como nada?

martes, diciembre 16, 2008

Dice Silvia que la palabra es tan delicada que se hace trizas a cada instante, se rompe en añicos.
Dice que no la cuidamos lo bastante, le metemos la mano bajo la falda , la arrastramos por el fango, la atamos, amordazamos, herimos.
Dice Silvia que la violencia con la que hacemos uso de ella, como si fuera puño o espada, la deja desahuciada.
Dice Silvia que es hora de empezar a tratarla con respeto.
Es hora de devolverle su dignidad manoseada.

Aprenderè a cuidarte,
te dejarè que cantes,
Te dejarè
.

sábado, diciembre 13, 2008


Dice Silvia que comenzó a mirar el mundo desde la mujer que es el dìa primero de su menstruación. Dice que ese dìa, cuando vio sangre entre sus muslos comprendió que en su ùtero esperaban niños no fecundados y se preparò para ver los partos que en su vida sucederìan.
Dice que ni un solo niño ha venido a su pecho vacìo, ni uno solo, sin embargo, ha enterrado placentas como solo las entierran las mujeres expertas.
Mil y una veces se ha embarazado su corazòn . Mil y una veces ha lamido el cuerpo ensangrentado de sueños recién paridos, mil y una veces los ha amamantado y les ha enseñado a caminar.
Mil y una veces
y las que su corazón se preñarà.

en mì llevo
el dolor del parto antiguo,
el dolor y la alegría.

jueves, diciembre 04, 2008


Dice Silvia que ella hoy se pregunta què piensan los hombres cuando disparan un tiro en la nuca.
Dice que imagina que en sus corazones debe haber muchas tinieblas, muchos fantasmas, muchos rencores purulentos anidados, agarrados diabólicamente a cada uno de los latidos.
Dice que estos hombres o mujeres que utilizan el tiro fácil, a quemarropa, distorsionan la realidad hasta someterla a su antojo. Y asì se creen mesìas, o voceros o salvapatrias.
Dice Silvia que su ceguera y su sordera son tan evidentes que ya no oyen nuestras voces, que ya no ven nuestras espaldas.

No con las manos manchadas,
No, con las pistolas cargadas,
De frente, cara a cara, con palabras.

martes, diciembre 02, 2008

Dice Silvia que una de las razones por las que los cimientos de nuestra sociedad parecen tambalearse es la falta de fe.
Dice que no se refiere a una fe mesiànica, romántica, ni religiosa. Se refiere a la voluntad de creer en algo, en alguien.
Dice que debemos encontrar una esperanza pequeña, con el puño en alto para que nos indique por dònde seguir, para que nos diga quien tiene la frente limpia y las palabras cosidas con hilo blanco, para que nos diga que no estamos solos.
Y asì, con ella de la mano, llegarà, seguro, el dìa del canto y la sonrisa.

¿dònde te escondes?
¿de què tienes miedo hoy
si nunca lo tuviste?