Dice Silvia que ha decidido no hacer caso a los eruditos, a los pedantes ni a los malditos... dice que de ahora en adelante ya no va a leer ni a Rimbaud, ni a Baudelaire, ni a Silvia Plath... dice que ella prefiere palabras de tierra, de harina, palabras que se oxidan con el roce de la piel, palabras cotidianas, tibias, palabras que muerden el frío, que te dejan rastro, palabras que se levantan temprano y te señalan los disparos, las guillotinas, palabras que se mueren enfermas, o las matan o las torturan , palabras dichas de frente, entre barrotes, desde el abismo, palabras sin eufemismos, palabras –puñales o palabras –caricias...
“Hay hoteles de cinco estrellas y cárceles de cinco cadenas”... (escrito por Sergio Karime, preso en la cárcel de Basauri)
“Hay hoteles de cinco estrellas y cárceles de cinco cadenas”... (escrito por Sergio Karime, preso en la cárcel de Basauri)
Estas, dice Silvia, son las palabras que de ahora en adelante yo quiero leer
Ni eruditos, ni pedantes, ni malditos,
Hombres y mujeres,
sencillamente humanos.