lunes, febrero 08, 2010

Acoso sexual I


Dijo que iba a quitarme la mugre, los piojos.
Dijo que tenía que ser por el día sirvienta
por la noche soltarme las trenzas
y no cerrar la puerta.

Dijo que me aguantara las náuseas,
que no llorara,
que a mí qué más me daba quitarme las bragas.

Dijo que estuviera callada,
que tragara saliva,
Que no temblara.

Por un plato de comida tuve que abrir
mil y una veces las piernas.

Para no morir de hambre.
Para no morir otra muerte.
Para no morir otra muerte temprana.

2 comentarios:

Psicópata dijo...

Ouraleeees esta mega intenso tu poema, estuve layendo algunos y están geniales!!!! Me gusto muuuucho tu blog te sigo besiiitos!!!

ralero dijo...

Cuántas muertes a diario es preciso sufrir a veces para sobrevivir, subvivir, malvivir, no morir del todo. Cuántas. Y qué injusto. Y qué triste.

Abrazos.