martes, noviembre 24, 2009

Dice Silvia que nos están robando las preguntas. Esas interrogantes fundamentales, que engrasan el corazón y hacen que ande.
Dice que las están robando poco a poco. Sin darnos cuenta vamos quedándonos con lo puesto, piel y huesos.
Dice que es hora de recuperarlas, a todas.
Es hora de tenerlas de nuevo en casa,
Sin ellas, dice Silvia, sin preguntas que llevarnos a la boca, seremos pronto hombres y mujeres mansos, autómatas impasibles ante el dolor ajeno y el propio.


5 comentarios:

Claudia Souza dijo...

Quedarse sin preguntas es renunciar y, sí, son muchos los que renuncian. Quedarse sin preguntas es quizá supervivencia; dejar todo a medias tintas, no apostar, seguir anclado, uniforme y un simple expectador de la vida.
Me gustan tus letras, te leo.

Arabella dijo...

Visito tu blog, Silvia, y buceo en una profundidad conmovedora. Me pareció hermoso, de una finísima sensibilidad, comprometido e intenso. Gracias Silvia, desde Costa Rica mi abrazo conmovido

Arabella salaverry

ralero dijo...

Yo pienso, en la misma línea, pero con matices, que, más que robárnoslas, nos las han falseado. Y así cualquier respuesta difícilmente ha de transitar los territorios de lo verdadero, de lo auténtico.

Abrazos.

Silvia Delgado dijo...

Gracias, Claudia por la lealtad, por estar ahì y acompañarme.
Arabella: ¿què puedo decirte?, que tenemos algunas cosas en comùn, eres algo vasca, algo rebelde, y ademàs de "los puños de la paloma", je je, gracias por decir cosas tan bonitas de mis letras.
Exodo: si, y creo que pensando parecido, aunque con matices, claro, vamos rompiendo eslabones sueltos de nuetras cadenas, ¿verdad?

Gaceta Virtual dijo...

Hola Silvita:
Muy pero muy bueno.
Olvidaste el pequeño detalle de avisarme que habías decidido continuar con el blog.
Pero de mi no te escapas.
Un beso