domingo, noviembre 22, 2009

Dice Silvia que esta sociedad tiene demasiada prisa. Vivimos empujándonos unos a otros como si quisiéramos ser los primeros en llegar a ningún sitio.
Dice que vivir asì de acelerados nos impide mirar para adentro, interrogarnos, detenernos un instante para descubrir el lugar exacto donde se esconden nuestros dolores.
Dice que le gustaría que un dìa cualquiera el mundo se parara en seco. Y cada uno tuviera que escuchar a su corazón atravesando el silencio.
Dice que seguramente, muchos de nosotros, descubriríamos que no estamos huecos, que podemos mirarnos sin desprecio, que podemos amarnos sin miedo.
Y todo cambiarìa.

3 comentarios:

Basilio Pozo-Durán dijo...

y por qué no el lugar exacto donde se esconden nuestros afectos, anhelos, etc.?

Silvia Delgado dijo...

pues tambièn, je, je

ralero dijo...

Sin duda. Ya lo dijo Tuiavii de Tiavea. Como otras tantas cosas acerca de nuestro extraño modo de desaprovechar lo esencial como consecuencia del afán desmedido por lo superfluo que nos mueve.

Abrazos.