jueves, marzo 12, 2009

Dice Silvia que estos días piensa con frecuencia en las heridas que nunca se cierran.
Piensa en esto porque hay muchos, demasiados, empeñados en no sacar a la luz los crímenes que Franco ordenò y rubricò sin que le temblara la mano.
Dice que las paredes de los cementerios hablan muy alto.
Dice que aùn viven verdugos de aquel tiempo, delatores, cómplices, que se pasean invictos por los pueblos cruzando los dedos para que nadie recuerde quienes fueron.
Y dice que la memoria, la verdad de lo que ocurrió en aquel tiempo, debe salir a la luz con todos los nombres de las víctimas porque es imposible avanzar hacia el futuro si en el pasado no se reparò el dolor y la injusticia.

Un lugar para
escribir todos los nombres
todas las historias.

4 comentarios:

MIRIAM dijo...

Es absolutamente cierto. En mi país, Argentina, lo estamos llevando a cabo después de treinta años. Por fin abrimos las ventanas para que entre aire fresco. El dolor no se calmará nunca, pero al menos la sangre se detendrá, porque mientras no se dice la verdad, se sigue sangrando. Un abrazo
M

Silvia Delgado dijo...

Si,Magadalena, debe saberse la verdad, con toda su crudeza, sin eufemismos, sin cerrojos. Debe saberse tal cual fue, para que en el presente, en el futuro no haya espacio para la impunidad.Un abrazo, Silvia.

Celeste dijo...

Dile a Silvia que nada ha caido en el olvido.
No mientras otras bocas sigan nombrando.
No mientras otras manos sigan levantando capas al olvido.
No mientras otros ojos se nieguen a no mirar.
Nada desaparece en el olvido si alguien lo nombra.
Desgracia tienen los verdugos, por que llegó el tiempo de señalarlos.

Abrazos amiga. Sigamos!

Silvia Delgado dijo...

Gracias, Celeste, por tus palabras, por tu lealtad.Un abrazo, Silvia.