
Dice Silvia que estos días ha estado leyendo sobre los criminales nazis. Y ha sentido horror por la brutalidad de estos asesinos pero también ha pensado en la amargura sobre la que se sustenta la sociedad que condenò a algunos a la horca.
Ni en estos casos, dice Silvia, de demostradísima barbaridad, la pena de muerte es sinónimo de justicia.
No seamos dioses.
Dioses ejecutores.
4 comentarios:
Francamente, quisiera poder decir algo, pero tus versos siempre me dejan sin palabras... eres una virtuosa.
seamos dioses amorosos, no ejecutores
Caballero: oh, pero ¿como voy a ser una virtuosa si soy piel y huesos? gracias por leerme y por regalarme caricias con tus palabras, un abrazo, Silvia.
Amor y libertad:
¿no serìa mejor que comenzàramos a vernos como dioses vulnerables, muertos de miedo y frìo?, un abrazo, Silvia
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