lunes, diciembre 17, 2007

Dice Silvia que haber nacido poeta la obliga a creer en la palabra como si fuera un catecismo. También dice que la poesía es caprichosa, que ella es la que te señala a tientas, la que te nombra en la vejez o en la placenta.
La poesía, dice Silvia, redime a los poetas verso a verso.
Dice que no somos de paja, que nos negamos a pestañear, a postrar el corazón, nos negamos a morir en silencio, como pájaros en invierno.
Dice Silvia que ser poeta es casi una maldición.
Silvia dice esto porque de día y de noche escribe largos poemas que nadie lee y lo hace a pesar de saber esto, de tener la certeza de que morirán, tibios, callados. Los escribe a pesar de parirlos agonizantes, sin piel y sin abrazos.
Escribir es latir,
es dejar andar al corazón
de pie o de rodillas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Le digo a Silvia que está equivocada, porque yo la leo y sus poemas no mueren ni tibios ni callados...
Y le digo a Silvia que debe escribir para ella misma, para diladar su creatividad por los siglos de los siglos y no para esperar ser leida, aunque muchos de nosotros regresamos a este espacio porque tus palabras causan de todo menos indiferencia.

Besos amiga,
Inma

Irantzu dijo...

Yo no sé si hago bien o mal, pero siempre leo las lineas finales (las en negrita) a modo de título, y después el post completo.
Y me causa un gran efecto.
Escribes muy bien.

Silvia Delgado dijo...

gracias Inma e Irantzu.
Cuando recibo vuestros comentarios siempre pienso que todo merece la pena, mis versos, mis victorias y mis fracasos. Un beso para ambas, Silvia.

©Claudia Isabel dijo...

Todo lo que dice silvia es tal cual!!! Es una genia!!!
Saludos