jueves, diciembre 13, 2007

Dice Silvia que para vivir no hace falta mucho; un techo, algo de abrigo, una mesa puesta, algo de amor y la esperanza de cada día.
Dice que esto es suficiente.
Dice que si alguno de estos cinco elementos escasea, la existencia comienza a llevarse a rastras, se convierte en pesadilla, en cruel rutina, en áspero epitafio.
Dice que ella conoce a muchas personas a las que les falta una casa o un vestido, o un plato de comida. Gente que perdió el amor y la esperanza la víspera de la vida.
Y Dice Silvia que es fácil despertar sin estos mínimos y dice que nadie está a salvo de que pueda ocurrirnos.
A veces la noche es
tan larga, tan larga,
que parece que nunca llegará día.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Leo tu post,
y me hace relexionar...
Y descubro lo afotunada que soy.
Porque gracias a Dios vivo con todo lo necesario, pero me acostumbro tanto a tenerlo, que se vuelve invisible su valor...
Líbranos señor de las desgracias de este mundo... La enfermedad, la pobreza y el desamor, los grandes sufrimientos de nuestro siglo...

Hermoso Silvia, tus palabras me dejan eco...
Besos. Inma