Dice Silvia que preferiría que todo ese dolor ajeno se quedara dentro de ella, en sus venas, hasta reventarlas.
Dice que desearía arrancarse los ojos para no ver nada, nada, morirse un rato, marcharse lejos...
Dice que a duras penas consigue alcanzar la esperanza, que se le escurre y le sonríe burlona y disimula y le explotan frente a la cara sus carcajadas fantasmas.
Silvia dice que días como estos esconde bajo los párpados la imagen tristísima de su madre llorando...
Y es inútil intentar olvidarla.
Cuando lloras
mis sueños
hacen aguas.
2 comentarios:
Hola Silvia, te agradezco muchísimo tu paso por mi blog, pero mas agradecida estoy por haberme encontrado con este sitio estupendo. Me daré todo el tiempo necesario para recorrerlo. Besos desde Argentina.
me siento muy feliz por tu visita.. y muy halagada, un abrazo desde Bilbao, Silvia.
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