Dice Silvia que Amancio es flaco, tímido, reservado. Dice que lleva los huesos machacados por el trabajo, la piel reseca, la memoria llena de heridas y dice que camina sin dios y sin pecado.
Silvia siente cuando mira a este hombre viejo que el mundo cabe en sus ojos y que en sus manos está toda la poesía.
Dice que Amancio es el hombre más importante que conoce y cuando la visita, con su presencia, con su hablar tranquilo y profundo llena de dignidad el aire que ambos están respirando.
Sólo nos quedan un montón de huesos
gastados por los besos
y los sueños.
5 comentarios:
Este montón de huesos.....pronta a volver despacio para llevarse bajo los párpados tu poesía, te deja un beso.
@Mar
Eso nos queda, eso somos, ni más ni menos.
Bien, aquí esta mi blog...[http://zumhimmel.blogspot.com/] siempre gracias, silvia.
Por aquí también tengo un Amancio, pero él para mi no es tan importante, no le conozco bien, la poesía me la trajo Jacinto, el era jardinero y también guardaba los columpios en el jardín de niños, allá, cuando yo tenía cuatro años
Besos poética mujer, mujer poesía
Bellas y largas conversaciones tuve con aquella señora que cuando
la visitaba, bajaba el volumen del radio, encendía su cigarro y
hablaba de una vida; la dibujaba con palabras, la coloreaba con
versos. La recuerdo con alegría porque, aunque su vida fue
dura..., vivió!
DTB
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