miércoles, enero 31, 2007

Dice Silvia que el día 26 de enero ,su libro “No está prohibido llorar con los supervivientes” cumplió un año.
Dice que es un poemario desafortunado, áspero, inusual y que un año después continua el viaje que inició con aquel puñado de versos.
Dice que ha recordado durante este tiempo, aromas, miradas, pedradas, que ha querido decir bien claro, que en su interior hay ríos, campanarios, perros desangrados, hay caminos bombardeados, huérfanos, disparos. Dice Silvia que éste, fue de todos, el viaje más difícil porque descubrió lugares que no deseaba conocer y se moría con cada revelación, con cada desierto, con cada incendio. Dice que caminar entre escombros, entre los escombros de ella misma, saber de cada piedra, de cada palabra... Fue su exterminio y su florecer.
Nadie encuentra el camino
si está a oscuras
y no amanece nunca.

4 comentarios:

Alma dijo...

¿Cómo distinguir la luz si no sabemos de las sombras?

DTB

CEL dijo...

Que el nuevo camino este lleno de rosas, que nuevos amaneces lleguen a tu vida.

Un beso.

Anónimo dijo...

"Nadie encuentra el camino
si está a oscuras
y no amanece nunca"

Tus versos me duelen en el alma!
Sé que no estás sola compañera...mi corazón tiene tu mismo sentir. Estamos en el camino...

Un abrazo grande.

Lety Ricardez dijo...

Ese viaje fue una entrega, como lo eres tú y la palabra que llevas a cuestas