martes, diciembre 05, 2006


Hoy Silvia, entró en casa cabreada.
Lo sé porque envejeció un par de siglos, porque no puede estarse quieta y da golpes a las puertas, porque llora enrabietada , lo sé porque no se arregla y se acerca a casa con la peor falda, la camisa más arrugada, la melena despeinada, yo sé cuando está enfadada porque lleva las manos libres para taparse la cara, para cerrar el puño o para extender la palma. Hoy Silvia no sabe poner letra a las canciones.
Hoy está furiosa y habla de máscaras, habla de las falsas posturas y proclamas, habla del poder que se ejerce y del que se abusa, habla de los púlpitos, de los delirios, habla de los guerreros, de los sumisos, habla de la pelea inmensa de quien está buscando su sitio, habla de la cobardía, de lo irreflexivo, habla de las tribus, de lo correcto, de lo marginal, de lo estúpido, habla del perdón, de lo esquizofrénico, de lo cultural, habla de los límites, de las fronteras mentales, sexuales, físicas, habla de lo verdadero, de lo incorrecto, habla de tú a tú, del nosotros, de hasta cuándo, habla de la familia y sus traiciones, de los amigos y sus traiciones, de los amores y sus traiciones, habla de mendigar afecto.
Si, habla de dar y de recibir afecto sin factura.

2 comentarios:

Norma dijo...

Mi querido Juan:
Este es un blog de lujo. Los versos finales, los que cierran cada post, son de una increíble profundidad. Ya me ocuparé yo de invitar a la gente para que visite el sitio. Un abrazo, Norma

Silvia Delgado dijo...

gracias, Norma, por tus palabras. Siempre tan fiel, tan amiga, tan hermana. Un abrazo,Juan Sencillo