jueves, diciembre 07, 2006


Dice Silvia que un día de estos iremos los dos al mar, que las olas son de diez metros . Dice que ella me ayudará, que tengo que verlo, gris como la vida, gris, como el amor cuando hay despedidas, gris, como las revoluciones que empiezan y nunca terminan.
Gris, todo gris, el mar gris, el cielo gris, tú y yo.
Silvia dice que nos sentaremos cerca de las rocas, sobre la arena y esperaremos hasta que las olas lleguen, con su ruido atroz primero... dice que cerraremos los ojos y todo habrá terminado..
Dice Silvia que será lo mejor para ambos, terminar así, de golpe, sin cartas.
Terminar así sin empezar nuevos versos , sin dolor y de la mano, terminar y punto.
Ella dice esto porque sabe que nunca sucederá porque yo no puedo caminar y mucho menos sobre arena. Dice esto porque necesita palabras de consuelo, necesita que alguien, quien sea, diga alto y claro que la espera. Esto es lo que necesita y yo no puedo encontrar a nadie que se lo diga, no conozco a nadie dispuesto a compartir su tiempo con ella.
Es difícil querer a alguien que no se deja.
Es un reto
o una prueba.

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