jueves, noviembre 09, 2006


Dice mi amiga Silvia que en el lugar donde aparca todos los días, (un paraje solitario), siempre está el mismo coche rojo, con los pilotos rotos, dice que hoy, observó que en su interior alguien dormía cubierto con una cazadora. A través de las ventanas se podían ver sus pantalones vaqueros desgastados, las colillas en el suelo, papeles...dice que no ha visto su cara.. sin embargo la gente a la que preguntó sí.. todos afirmaban saber... quizá sea peligroso, decían, la policía debería hacer algo, ojalá retiren el coche, es un yonki, es un rumano, es un depravado y todos se daban la razón, como asnos.

Dice Silvia que nada va salvarnos, que cualquiera de nosotros puede verse aguardando el turno en las duchas municipales.. .dice que la indigencia no se firma en contrato, que nos podemos encontrar un día durmiendo en un cajero, o en un banco, bebiendo vino de cartón o inhalando cola... dice que quizá un día, encuentren un cuerpo cubierto con periódicos, los ojos vacíos, puede, dice Silvia, que sea yo misma y que retiren el cadáver helado, mientras los que pasan, camino del trabajo opinan en voz alta que mi vida en harapos fue una vida merecida por puta, o por loca.
Esto dice Silvia mientras tomamos un café y pensamos ambos, que es verdad, sólo el pasado y el presente están a salvo.

Amaneció cubierta de escarcha.
En una mano, la palma,
en la otra, nada.

No hay comentarios: