miércoles, noviembre 08, 2006


Dice mi amiga Silvia que no comprende por qué las relaciones entre ella y las personas son tan complicadas. Dice que se siente como si estuviera en medio de un desierto que no aparece ni en los mapas, que a veces, le parece que alguien susurra su nombre, y que entonces camina a paso rápido pero unos dedos finísimos la atrapan y no la dejan acercarse a la voz que llama. Esto dice Silvia sin comprender por qué es todo tan difícil...
Y yo, que desearía tener todas las palabras, yo, que desearía tener blancas palomas en mi ventana, le pregunto, ¿quién te dejó en medio de tanta sed?, ¿quién fue?, y calla.
Siempre calla cuando no encuentra respuestas.
Y entonces, Silvia , abre las manos y deja caer al suelo la arena que guarda.
Y entonces, sólo entonces pide un poco de agua.

Nadie encontró atajos en el desierto.
nadie los encontró,
por eso hay tantos sedientos.

2 comentarios:

Lety Ricardez dijo...

¿quién despertó mi sed? te pregunto ¿quien? y tu amiga Silvia me mira también y calla,
pero su silencio, que es más que voz, surca los mares

Chely dijo...

Imagenes muy duras a la vista, los humanos cerramos los ojos cuando algo asi se nos pone por delante, el miedo a que nos llegue hace que exista un rechazo automaticamente.Que pena, estoy segura que si fueramos a comprar rosas blancas no diria que ya no hacen, pues hay tanta sangre en la tierra que se han tiñido de rojo.!!
Un saludo
Chely