martes, diciembre 22, 2009


Fotografìa de Yoko Onsina
Dice Silvia que hace unos días entraron a robar cerca de su casa. En un caserìo alejado, casi en el monte, donde vive un matrimonio muy anciano.
Dice que los torturaron hasta matar a la mujer y dejar agonizante al hombre.
Dice que fueron golpes gratis, es gente muy humilde. Los ladrones no obtuvieron nada a cambio, sòlo gritos, sòlo sangre.
Dice Silvia que ella no comprende nada. ¿para què pegar a estos viejos?, ¿para què matarlos?, ¿por què la violencia se derramò tanto, tanto?
Dice Silvia que ella no entiende què placer se obtiene mirando a los ojos a quien te teme.

3 comentarios:

Edu dijo...

La violencia es intrinsica al sistema y ella se contangia aquellos sustratos mas bajos de la sociedad, lumpen.
Un Saludo

ralero dijo...

La verdad es que algo así no cabe... (iba a decir en cabeza humana) en el corazón de un ser humano.

Abrazos.

Gaceta Virtual dijo...

La violencia sin límites se ensaña en la vulnerabilidad de los niños y de los ancianos. Extraños seres estos que la ponen en práctica con tal sadismo. Besitos, Norma