
Dice que el camino està lleno de signos a los que es preciso aferrarse con todos los huesos, con todos los corazones.
Dice que en multitud de ocasiones nuestra mirada està turbia y no alcanza a ver estas señales hilvanadas en el aire, latidos de otros que te necesitan, que te aman, que te hablan en noches demasiado largas.
Dice Silvia que hoy despertó con un susurro apenas audible, una voz de siglos que le recordó que ella està aquí, en medio del camino y que aùn, aùn después de todo, hay quien no olvida su nombre ni su destino.
Con un sòlo parpadeo,
uno sòlo,
y todo empieza de nuevo