viernes, febrero 06, 2009

Dice Silvia que de todas las cosas que le aterrorizan, la que màs le hace temblar el corazón es la violencia verbal.
Dice que ella no comprende las múltiples caras de agresividad que nos rodean, que hay un cordòn invisible que une todas y cada una de las violencias, pero que la verbal, el golpe certero de una palabra dicha en voz alta, furiosamente, con la clara intención de doler y de que no queden marcas, es tan monstruosa, como una ejecución pública.
Dice Silvia que las personas que practican el insulto, la amenaza, el grito, la voz alta están tan alejados de la bondad que viven sabiéndose verdugos sin remedio.

Después del grito
sòlo existe para tì
el patíbulo.

1 comentario:

El Caballero dijo...

Escalofriante... y sincero. Digamos que a veces una palabras puede dolernos mas que la mas violenta de las palizas... y una vez que está dicha no hay forma de revertirlo...