
Dice Silvia, que a veces siente que es una lucha inútil pretender salvar al mundo mientras dentro de nuestras propias fronteras estamos ciegos y no vemos la fragilidad de los amores màs cercanos.
Dice Silvia que todo es confuso, que muchos de nosotros somos verdugos y a la vez enarbolamos banderas y palabras que en la pràctica se convierten en humo.
Barrer dentro de casa primero
y después, enarbolar
todas las banderas.
2 comentarios:
Es cierto , Irene
Dile a Silvia, que lo peor es ser vergugos de uno mismo. Después qué nos queda para dar?
Abrazos amiga. Gracias.
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