sábado, enero 12, 2008

Dice Silvia que piensa en la muerte con frecuencia, pero lo hace sin rencor. Es una evidencia que llegará más temprano que tarde.
Dice que antes era un peso oscuro, un presagio, un destino demasiado amargo.
Y dice que hoy piensa en ella desde la reconciliación, desde la tranquilidad que da saber que su corazón estará para siempre a media hasta.
Dice que ya no hay unicornios en sus sueños, no hay ventanas abiertas ni cerradas, no hay escaleras, ni calaveras. Desaparecieron los aullidos, el agua estancada, las botellas vacías.. hoy sus sueños duermen plácidos en alguna parte, lejos de ella, afortunadamente.
Pá qué,
pá qué soñar,
pá qué.

1 comentario:

Unknown dijo...

La poesia vive en los sueños de sus Poetas.

Saludos