Dice que su piel está acuchillada, su mirada manchada y el dorso de su corazón en carne viva.
Dice Silvia qué solo tiene eso, un puñado de palabras crucificadas.
Y dice que morirá oreando sus heridas.
Sólo tengo versos,
que caminan de costado
mientras gritan.
3 comentarios:
Si me quedara un verso suelto, en el bolsillo, sería para usted. Y no sería lismosna, ni propina, sería un modo de hacer justicia.
Silvia sabe refugiarse muy bien en sus heridas. Un saludo y espero que puedas visitarme.
Creo que te sientes muy sola y que el dolor del mundo es el tuyo propio, así sin más. Las espadas te atraviesan ese frágil corazón y las lágrimas de los otros resbalan por tus mejillas.
Creo que no eres feliz.
Creo que te escudas en el dolor de los desamparados para apaciguar tu tristeza.
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