jueves, agosto 16, 2007

Dice Silvia que sus días son lentos como si tuvieran las piernas rotas.
Dice que cuando las horas caen así, gota a gota, cuando llueve eternamente en cada uno de los tejados y es todo gris y las campanas suenan lejanas y los perros callan, dice Silvia que en esos momentos, el corazón aprovecha para mostrarle las noches gruesas, los gritos locos, la ternura a medias.
Dice Silvia que entonces se acurruca en un rincón de su pecho, se cubre los oídos con las manos y canta, canta para no sentir crujir sus pensamientos, para no escuchar la voz de todas las voces que le atormentan, canta y canta, hasta que los días lentos pasan.
La alegría
es una de las pocas victorias
que tiene la vida.

2 comentarios:

Daniel Pelegrín dijo...

Desde aquí la oímos cantar con gozo. Salud.

Silvia Delgado dijo...

gracias Azofar, por tus comentarios. Son muy valiosos.
Gracias a todas esas personas que me leen y me regalan sus palabras. Un abrazo inmenso, Silvia.