lunes, agosto 27, 2007

Dice Silvia que ella cada vez cree en menos cosas.
Busca esperanzas sin partir, de esas que brotan en las manos irredentas, busca como recuperar la ilusión, la certeza de que todo irá a mejor. Pero es inútil , afuera llueve, los asnos sueñan con ser ciegos y la vida se derrama.
Dice Silvia que sin permiso le vienen estos pensamientos y le arrodillan, le atan las manos, le dan tirones violentos y no le dejan alegrarse por el pan repartido, no le dejan ser risa, ni canto, ni regazo.
Los días se detienen
en medio del camino
tienen sed y no hay río.

2 comentarios:

Irantzu dijo...

Voy a decir algo nada poético, pero el fin de semana hablaba con una amiga de esto, que es lo que yo siento...
"Dice Silvia que sin permiso le vienen estos pensamientos y le arrodillan, le atan las manos, le dan tirones violentos y no le dejan alegrarse por el pan repartido, no le dejan ser risa, ni canto, ni regazo."
También me cuesta creer en cosas, porque todas las cosas son hechas por personas, y las personas... uf, las personas ya no parecen personas. :-/

Anónimo dijo...

Si la mañana estalla de silencio y hay un aroma a pájaro en el aire, ya no sabré cómo olvidar tu nombre ni andar por las veredas del cansancio porque estaré soñando con la vida y abandonando velos y rosarios entre la azul penumbra de esta noche que quedará a mi espalda.