viernes, julio 13, 2007

Dice Silvia que a menudo, cuando se mira en el espejo ve a una mujer despeinada y se acerca mucho para estudiarse la mirada y la siente agotada, yerma.
Dice que pasa largo rato así, observando los cráneos, los sudarios, las jaurías de chacales acosando y entonces parpadea y baja la cabeza y se sacude el polvo del vestido y sale a esperar un nuevo día, su día favorito, ese día lleno de panes y de semillas...
Andar a tientas,
sin miedo a los fantasmas.
Andar para no morirse quietos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi día favorito también está lleno de panes y semillas
y de mariposas de metal
y de taxistas negligentes
y de gente que llora en los aeropuertos
y de camas blancas donde parece que duermen los papas
y de pequeñas piedras en el zapato
y de pieles dañadas por el roce de las almas
Mi día favorito es cualquier día donde no falte a quien decirle cómo es mi día favorito
Nos vemos en la espera

Anónimo dijo...

Hoy es uno de esos días en que la mañana te despeina al viento de la sangre y te revuelca entre algodones. Deja hacer. Luego, ponte guapa y sala a la calle. Yo ya estoy.

Unknown dijo...

Silvia, tu espejo no funciona bien, recuerda que los espejos no pueden reflejar el alma, mírate mejor en un lago en calma, o en los ojos de un niño hambriento, dale de comer e invitale a sembrar una semilla, allí esta tu alma.


saludos

Irantzu dijo...

"Andar para no morirse quietos."
Me la guardo.