Ni su procedencia.
Nadie sabe su edad.
Nadie sabe que Liu tiene también familia.
Sólo vemos de ella, una mirada oblicua.
Se abre paso entre el gentío que la ignora o abuchea.
Y Liu conserva intacto el manojo, pese a los empujones,
y se detiene frente a quien ella considera que está
lo suficientemente cachondo
o borracho
o solidario
como para comprar flores a un euro.
De bar en bar,
sabe que cuando la risa afloja,
también aflojan los bolsillos
y entonces se acerca tímida,
soporta tirones de pelo,
roces en las nalgas,
regateos...
Hasta que al fin,
la limosna.
A Liu la violaron una madrugada.
En un portal.
Dos hombres.
Cuando se marcharon,
se abrochó la camisa y la rabia
y olvido para siempre
que su cuerpo había sido embestido
por los mismos que le compraron flores,
los mismos que fueron espléndidos
con sus mujeres de miradas verticales.
NOTA: Poema titulado “Liu”, del poemario “Las cuarenta chimeneas del infierno” de Silvia Delgado Fuentes.
9 comentarios:
Triste historia la de "Liu".
Un beso y un buen fin de semana.
Hay desgraciadamente muchas miradas oblicuas por la calle.
Besitos .
Ha sido un placer visitar tu espacio.
He quedado fascina con las cosas que dice Silvia. Te enlazaré para no perderte y así volver tantas veces como lo deseé. Me gusto!
Besitos.
Precios desgraciadamente existen muchas miradas asi
La violaron, en cuerpo y alma quedará marcada para siempre.
Gracias a Cel por traerme a tu blog.
Una historia cruda, real, irónica: un día alguien te alegra la vida con una sonrisa y al día siguiente te humilla brutalmente.
Buena recomendación la que nos ha hecho Cel trayéndonos aquí.
Saludos.
Triste historia de Liu, me ha conmovido.
Besos
Querida Silvia, recuerdo el primer poema que te escuché allá en Santo Domingo, hace ya tantos años que no llevo cuenta, por supuesto que no fue este, pero todos llevan tu firma en carne viva,
Besos amiga mía
Advertir de dagas que mancillan un cuerpo, más no su alma...
DTB
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