Hoy Silvia se vio las canas, comprobó que las faldas le quedaban holgadas y asumió que nadie iría con ella a bailar.
Hoy Silvia limpió con minuciosidad su casa, ordenó los libros, los escritos, colgó algunas fotografías, descolgó cuadros que no le gustaban, puso sobre la mesa folios en blanco, un par de bolígrafos y los versos de sus poetas preferidos y entonces, ya de noche, decidió que sus siguientes poemas iban a ser epitafios.
Epitafios para tumbas sin sol.
Epitafios para fosas comunes.
para muertos sin dueño, sin amor, sin buenas costumbres..
2 comentarios:
paso a leer, todo lo que Silvia nos cuenta, me gusta este blog.
Un saludo
De seguro hay uno para mi.
DTB
PD: En algún lugar hay que guardar las canas.
Publicar un comentario