
familia el silencio se pasaba de mano en mano.
Dice que nadie se acostumbra a llegar a casa y no escuchar el calor de una palabra.
Dice que sus hermanos encontraron pronto cómo convertirse en fugitivos de aquella prisión callada, encontraron su particular manera de romper el cerco a la mudez impuesta.
Dice Silvia, que ella permaneció siglos amordazada hasta que un día no pudo más y escribió su primer poema, torpe como un aullido primigenio.. era un poema elogiando a
los panaderos.. de ahí, dice Silvia, del pan y de su oficio, me nació la voz.
Hablo sola,
entre dientes
o entre versos.
3 comentarios:
Mi querido Juan:
Me agradaría conocer a Silvia tan bien como tú para ofrecerle el hombro, la ternura y escuchar su palabra. Un beso
Seguramente ahora Silvia diría que acepta tu hombro y tu ternura y a cambio te ofrece, estas, sus palabras desnudas. Gracias, un abrazo. Juan.
A Silvia y a tí Juan Sencillo les ofrecería pan y techo, sería bello tenerlos cerca en esas noches en que el silencio es tortura.
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