
Dice Silvia que hoy le duelen los ovarios y los pechos. Dice que ella no ve natural que todos los meses, tristes coágulos de sangre discurran por sus muslos. Dice que desde aquella primera vez que despertó y las sábanas estaban rojas y su pijama estaba rojo ... Aquella primera vez que su madre le habló en un susurro, como si compartieran un secreto y le enseñó las compresas y le explicó que debería tener cuidado... Desde aquella primera vez, dice, le duelen los ovarios y le parece terrorífica la orfandad en la que se queda. Dice Silvia, que todos los meses siente que por su cuerpo discurren ríos de sangre y que por él navegan niños que nunca nacerán, niños muertos.
Es difícil ser mujer,
mujer de una sola pieza,
mujer de los pies a la cabeza.
2 comentarios:
Ver en una línea lo que siento y no sé decir. Precioso...gracias
gracias a tí por leer mis letras, un abrazo, Silvia.
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