sábado, enero 23, 2010


Dice Silvia que mañana comerà con una joven que pasò la niñez en su casa. Dice que es una hija màs de la precariedad emocional, que pasaba los dìas de bar en bar con su madre, hasta la madrugada, triste, muy triste.
Los ojos de esa niña vieron lo que nunca debieron mostrarle.
Dice Silvia que mañana van a comer juntas para celebrar que pese a todo, la vida va a recompensarla borrando con amor la mirada terrible de su infancia.

1 comentario:

ralero dijo...

El amor, cuando es firme y tierno, puede casi llegarnos a compensar de todo sufrimiento. Casi. Y mejor que así sea. Por si acaso el olvido.

Abrazos.