Dice Silvia que estos días se preguntaba por què las personas que conoce se empeñan en que ella sea de forma diferente.
Dice que unos le dicen que se calle, otros le dicen que se informe, que lea màs, que se cultive.
Unos le dicen que se peine, otros que no se ponga minifalda, unos le dicen que deje la poesía, otros que viva el dìa.
Unos le dicen que tome las pastillas, otros que la música que escucha no es aceptable, que apague la luz, que no coma cereales.
Dice Silvia, que todos, todos los días, alguien , quien sea, le dice còmo debe comportarse.
Y dice Silvia, que està harta, que ella està conforme consigo misma, con su incultura, con sus poemas a media hasta, con sus piernas grotescas, con sus tristezas y alegrìas.
Dice Silvia que ella sòlo es esta mujer que canta, se queja y casi nunca bosteza.
Sòlo esto, una mujer poeta.
Una mujer, a secas.