Dice Silvia que para tenernos a raya, para conseguir que nos mantengamos de rodillas, es preciso parir monstruos.
La historia se ha preñado siempre de temores, ha sido hábil diseñando el miedo en cada época.
Y asì, supurando terror a cada rato, mientras gotean los temblores, mientras cerramos por dentro nuestros corazones , cruzamos inutilmente los dedos, para que nuestro nombre no estè escrito en la lista de los monstruos ni en la de los victimarios.

El miedo
es un arma
de destrucción masiva.