Dice Silvia que està harta de vivir en este mundo del revés. Dice que los criminales pasean libremente bajando los pulgares cada vez que pestañean.
Dice que mientras esto sucede, a la vista de todos, en un espectáculo trágico y televisado los màs pobres de los pobres, mueren, los màs pobres entre los pobres, empobrecen màs aùn, si cabe. Y la injusticia, es un asunto de tercera, una cuestión que no merece prioridades, un daño colateral, algo a lo que debemos estar acostumbrados, como si fuera imposible evitarlo, como si la esclavitud de la miseria fuera tan vieja como la historia, tan vieja como la avaricia. Un mal menor que cargan alegres los criminales a sus espaldas.
Dice Silvia que este es un mundo del revés y ya es hora de poner cabeza abajo a los que matan con guante blanco.