jueves, diciembre 04, 2008


Dice Silvia que ella hoy se pregunta què piensan los hombres cuando disparan un tiro en la nuca.
Dice que imagina que en sus corazones debe haber muchas tinieblas, muchos fantasmas, muchos rencores purulentos anidados, agarrados diabólicamente a cada uno de los latidos.
Dice que estos hombres o mujeres que utilizan el tiro fácil, a quemarropa, distorsionan la realidad hasta someterla a su antojo. Y asì se creen mesìas, o voceros o salvapatrias.
Dice Silvia que su ceguera y su sordera son tan evidentes que ya no oyen nuestras voces, que ya no ven nuestras espaldas.

No con las manos manchadas,
No, con las pistolas cargadas,
De frente, cara a cara, con palabras.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una reflexión indispensable y valiente. Ya está bueno de salvapatrias, salvadioses y salvamorales con el índice pegado al gatillo.

Demás está decirte lo que ya sabes que voy a decirte, pero como ya sé que vas a hacer caso omiso a mi sugerencia, sigamos adelante.


un abrazo

Mauricio

Anónimo dijo...

Simplemente, acciones de cobardìa. El patriotismo, tal parece, se inventò para eso, para tener un pretexto y ejecutar por la espalda, a quemarropa los pensamientos idiològicos y contrarios del otro.

Muy buen texto. Para reflexionar.

Un fuerte abrazo.

Andrea