Dice que en estos momentos, cuando le chirría cada uno, siente que la vida le está pasando factura. Demasiados trabajos precarios, demasiado mal pagados, demasiados excesos físicos para obtener un salario, una limosna, casi una propina.
Dice Silvia que estos días piensa en los hombres y mujeres que empezaron de niños a trabajar en las fábricas, o en los sembrados y piensa en sus huesos carcomidos, en sus vigilías, en sus cuerpos devastados. Piensa en ellos de noche y de día. En cómo harán para reir entre tanto calvario.
La justicia es una señora
que nunca se levantó temprano
para ir al tajo.
2 comentarios:
No me cansaré de hacer el bien, creando miles de puestos de trabajo donde hombres y mujeres puedan disfrutar del pacer de trabajar. Para mí.
Muy interesantes los textos, me tomare un tiempo para leerlos con detenimiento, lo que significa, que seguire viniendo por aqui...
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