Dice que ha estado pensando en esto porque ha sentido muy cerca la mirada febril de quien todo teme. Lo peor, dice Silvia, es que esta gente de huesos pequeños, esta gente de conciencias dobladas, de ceños fruncidos, de violencias calladas, a esta gente le gusta aparentar que son los amos, caminan a zancadas, abanderan la razón, se afilian a la gloria y desprecian a quien no se encadena a sus manos.
Dice Silvia que el miedo es así, un borrón inmenso en la memoria.
Y dice Silvia que de todos los miedos que diariamente estallan , el peor es el que ni se nombra.
Tal vez tú, tal vez yo,
ambos tememos al amor
y a sus sombras.
4 comentarios:
Tu página siempre me emociona. Me emociona tu fuerza, tu energía, el vibrar de tu palabra.
Vengo a verte amiga, y te veo. Veo la parte que me muestras. Pero sé, siento, qué hay dentro.
Es hermosa tu persona.
Siempre se crece contigo.
Un abrazo grande querida amiga!
Aprender a desandar el camino que dejó la cobardía ajena e hizo nacer mis miedos, es tarea para ser más humana, profundamente humana, otra vez...
@M
Sucursales de eslabones áridos, esperando a quién encadenar.
DTB
PD: ¡Definitivamente!
A veces no sólo temen al amor, también temen a su nombre,
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